miércoles, 11 de febrero de 2015

Todos los hombres del presidente


Todos los hombres del presidente, es el título de la película que nos cuenta y reproduce la investigación periodística que cambió la historia de una nación, la labor de dos periodistas del Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, que se saldaría con la dimisión del Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Este filme de 1976 que hemos tenido la oportunidad de ver y disfrutar en clase, es un monumento a la libertad de expresión, una oda a los valores más reales de nuestra futura profesión a través del periodismo de investigación donde se desenmascara toda una trama de espionaje, conspiración y actividades ilegales por parte de la administración del partido republicano estadounidense (caso Watergate).
La película constituye un excelente estudio sobre la ética y vida del periodista, define perfectamente los rasgos que convierten al periodismo en serio y de calidad. Un periodismo al servicio del pueblo, de la democracia, que va más allá de los yunques que pone el Estado para esconder su corrupción, que nos muestra cómo es posible que los medios de comunicación velen por el respeto a esa democracia en un estado de derecho como los Estados Unidos donde a lo largo de la historia ha habido tantos sucesos extraños y misteriosos sin resolver. "La investigación no es una capacidad del oficio, sino que todo periodismo tiene que ser investigado por definición" Gabriel García Márquez.
Llama la atención en todo momento, la protección de las fuentes, las cuales se mantienen en el anonimato. Los periodistas necesitan obtener información fiable y veraz para seguir el camino correcto de la investigación, y como esta no siempre se puede obtener de organismos oficiales, recurren al derecho internacional de proteger y reservar la identidad de la fuente informativa, estableciendo de este modo pactos con muchas de las personas que les ayudan, pues ponen en peligro sus vidas, familias y puestos de trabajo con sus confidencias. Estos reconocimientos son los que crean una prensa libre, sin sujeciones o presiones políticas, pues desaparece el miedo a ser condenado por informar sin impedimentos. Derecho a informar y a estar informados.
El secreto profesional da garantías al lector, siempre que los periodistas comprueben luego que la información es verídica y la contrasten tras estar en contacto con una fuente por supuesto, pues este ve como en un momento dado puede servir a la sociedad sin ver dañada su persona o sufrir posibles consecuencias (Garganta profunda).

La cautela tras sus avances en la investigación para no perder la exclusiva ni que se expandan sus averiguaciones a otros medios, también es algo muy señalable en la película, los periodistas no podían permitirse cualquier tipo de filtración, pues supondría perder el hilo de lo logrado. "Hemos conseguido las piezas, pero no sabemos lo que puede salir del rompecabezas" Bob.

Dos periodistas conscientes de la importancia de abrir el camino hacia la verdad, luchan contra la censura, poniendo incluso en peligro sus vidas. "Es una historia peligrosa para este periódico" Scott (Editor). No me cabe duda, que la esencia del periodismo, del buen periodismo, está reflejada en esta película. Personalmente, este filme, me lleva a la reflexión de si en la actualidad vivimos o no en un "periodismo que ignora la vida real (...) que lleva a la superficialidad y el culto a los famosos, al chismorreo, al sensacionalismo y a las noticias prefabricadas" tal y como dijo el mismo Carl Bernstein en una charla en Florida. ¿Hay una falta de liderazgo del periodismo moderno más allá de la función de entretenimiento?, ¿Ya no interesa la verdad sino los beneficios?, ¿Se han abandonado los principios de investigación periodística responsable?

Quizás haya muchos aspectos que cambiar del periodismo actual, pero veo nuevas generaciones dispuestas a hacerlo, a ser un instrumento de la verdad, indiferente al poder y a las influencias. Jóvenes que por circunstancias, han crecido y madurado en una realidad que pide a gritos un cambio en muchos de los ámbitos de nuestra sociedad, que son conscientes de lo que hay. Aun se puede ver periodismo de calidad, a pesar de que en los últimos años sea escaso.

David Fernández Ferreiro

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